martes, 2 de abril de 2024

Clara se pierde en el bosque (Argentina/2023). Dirección: Camila Fabbri. Elenco: Camila Peralta, Agustín Gagliardi, Julián Larquier Tellarini, Florencia Gómez García, Maitina de Marco y Pedro García Narbaitz. Guión: Camila Fabbri. Fotografía: Victoria Pereda. Edición: Josefina Llobet. Sonido: Francisco Pedemonte. Distribuidora: Cinetrén. Duración: 86 minutos. Salas:

Por Hernán Cortés

El próximo 30 de diciembre se cumplirán veinte años de la tragedia de República Cromañón, donde casi doscientas personas murieron y más mil resultaron heridas por un incendio durante un recital de Callejeros. La actriz, escritora y dramaturga Camila Fabbri, por entonces una adolescente, estuvo en el boliche de Once la noche anterior al fatídico show (de algún modo es una sobreviviente) y plasmó sus experiencias y las de su grupo de amigos en el libro El día que apagaron la luz (2019). Para su debut detrás de cámara, Fabbri retoma esa memoria coral y vuelve a reflexionar, intercalando ficción y realidad, sobre ese episodio que para muchos jóvenes significó el fin de la inocencia. 

 

Clara (Camila Peralta), un evidente alter ego de Fabbri, no sabe muy bien qué hacer con los testimonios que va recogiendo vía WhatsApp de esos antiguos compañeros de ruta, no solo referidos a Cromañón sino también a los lazos con los que constituyeron esa identidad rollinga. La idea de Clara es servirse de esos voces (también cuenta con filmaciones de recitales, como uno de Intoxicados en Cemento) para hacer una película, pero no tiene del todo claro qué contar y cómo contar.

Esas cavilaciones la encuentran junto a su novio Miguel (Agustín Gagliardi) en plena arribo a la casa de campo familiar de éste -donde esperan su madre, su hermano, su cuñada y su pequeño sobrino- para pasar unos días de descanso. Hay cierta incomodidad entre los anfitriones y la recién llegada, que parece estar en otra frecuencia, absorta en registrar la cotidianeidad familiar (desde paseos por el campo hasta discusiones en un almuerzo) con su cámara de mano, también para incluir en su película. La noticia del embarazo de una de sus amigas altera en Clara esa revisión del pasado para empezar a delinear su propio futuro.

Estrenado en la sección Horizontes Latinos de San Sebastián y con paso también por Mar del Plata, este film-ensayo da cuenta de las fragilidades de una generación que, atada a un suceso traumático y con heridas aún sin cicatrizar, intenta abrirse paso en el mundo adulto. La mirada en perspectiva de Clara/Fabbri -cautelosa, interrogativa- posiblemente no diste de la de otros chicos y chicas que recién hoy, a sus treintaipico, tomen noción de los riesgos a los que estaban expuestos en la adolescencia, esa etapa de la vida en la que uno se imagina inmortal.

 

            
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