jueves, 12 de octubre de 2023

Pasaron Ramona (Victorial Linares), por la Selección Oficial, Todos los incendios (Mauricio Calderón) por la Selección Largometraje Juvenil y La práctica (Martín Rejtman) por la sección Galas.

Por Hernán Cortés (Desde Valdivia)

-RAMONA (Victoria Linares): Es muy poco frecuente la circulación de cine de República Dominicana, incluso en festivales latinoamericanos, por lo que es de agradecer que lleguen a Valdivia propuestas como ésta. El debut de Victoria Linares es un interesante ejercicio de metaficción, donde un equipo de producción planea una película sobre una adolescente embarazada (la Ramona del título) que huye de su casa. Para Camila, la actriz principal, el proyecto exige un trabajo de campo, motivo por el cual se embarca en una serie de entrevistas con chicas muy jóvenes que han sido madres o están en vías de serlo. Estas historias de vida -todas en entornos humildes y con familias conflictivas- hacen que Camila se cuestione si correspondería que ella, desde su lugar de privilegio, se haga cargo de ese papel o debería cederlo a alguien que pasó por esa experiencia. Es allí cuando el film toma un giro en el que se mezcla ficción, ensayo y documental y donde estas niñas madres se adueñan de la pantalla. Son ellas las verdaderas protagonistas.


-TODOS LOS INCENDIOS (Mauricio Calderón): Bruno, un adolescente que vive con su madre viuda en un complejo de viviendas del DF, es un pirómano, es decir, un adicto al fuego. A través de unos pequeños incendios domésticos que filma para YouTube, establece una amistad virtual con Daniela, una chica que vive en Durango. Luego de una discusión con su madre, Bruno abandona el hogar para encontrarse con Daniela, pero su fuga arrastrará algunos traumas no resueltos, en especial su identidad sexual. Calderón es muy sutil para retratar, a través de sus protagonistas, esa etapa de indefiniciones, miedos y dudas que es la adolescencia, sobre todo en un país tradicionalmente machista. Tal vez el film tiene una coda algo subrayada, pero aún así se trata de un trabajo más que interesante del nuevo cine mexicano.

-LA PRÁCTICA (Martín Rejtman): Pasaron nueve años desde Dos disparos (2014), que a su vez se filmó once después que Los guantes mágicos (2003). No podría decirse que Martín Rejtman sea un director prolífico, pero un puñado de films le valío para lograr un sello propio, en el que reinan el absurdo y las dificultades de comunicación entre sus protagonistas. La práctica continúa con esa misma línea. Gustavo (Esteban Bigliardi) es un profesor de yoga radicado en Santiago de Chile que está atravesando una separación (su mujer también es instructora). A partir de un accidente en el que una de sus alumnas pierde la memoria, comenzará para Gustavo un peregrinar por médicos, retiros espirituales, nuevos hogares y una telaraña de personajes que siempre parecen tener un par de grados de separación. Los diálogos declamatorios, la voz en off y el humor asordinado más que recursos son, a esta altura, marcas de agua rejtmanianas, y esta película no se aparta un ápice de ellas. Pocos cineastas argentinos han construido un universo tan personal, tan reconocible, y aún así, puedan seguir sorprendiendo. Tómelo o déjelo. 

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