sábado, 8 de septiembre de 2018

Acusada (Argentina/2018). Dirección: Gonzalo Tobal. Elenco: Lali Espósito, Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez, Daniel Fanego, Gerardo Romano, Gael García Bernal. Guión: Gonzalo Tobal. Fotografía: Fernando Lockett. Edición:. Música:. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 113 minutos. Salas:

Por Hernán Cortés

Villegas
(2012) había sido un promisorio debut para Gonzalo Tobal: una entrañable película de segundas oportunidades (dos primos con personalidades opuestas que se reencuentran), mediana respecto a su presupuesto y encabezada por dos actores en ese momento en ascenso (los "Estébanes" Lamothe y Bigliardi). Quedaba el terreno fértil para una apuesta futura más ambiciosa como lo es Acusada. En su segundo film, apoyado por firmas de renombre (K & S y Telefé figuran entre los productores) y con un dream team en el elenco, Tobal vira hacia el thriller judicial, salto del que aun con sus limitaciones logra salir airoso. Por estos días Acusada tuvo una positiva recepción en la Mostra de Venecia, donde integró la competencia principal.





El primer desafío de Tobal fue colocar a la ídola teen Lali Espósito al frente de la historia. Si bien la rodea de pesos pesados como Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez y Daniel Fanego, ha que decir que la bailarina y cantante, pese a algún desnivel, luce en general aplomada en su primer protagónico. Ella encarna a Dolores Dreier, la acusada del título. Tras una fiesta donde no faltó el descontrol, Camila, su mejor amiga, es encontrada muerta en circunstancias dudosas (aparece bañada en sangre). Presuntamente fue Dolores la última persona que la vio con vida, pero ella alega que ambas - borrachas y algo más- se quedaron dormidas en distintas habitaciones y que cuando despertó, se fue sin advertir el estado de la otra chica. El agravante es que Camila había viralizado un video en el que se ve a Dolores teniendo sexo, circunstancia que las había distanciado y que deposita a Dolores en la primera fila de los sospechosos.

No es la primera vez que el cine indaga en casos donde hay un inculpado de buena posición económica (los Dreier viven en una lujosa casona de San Isidro) y una familia que trata de evitar la mancha en el apellido, pero aquí al menos se evita el cliché de la víctima de clase baja (desde La hoguera de las vanidades a Relatos salvajes hay sobrados ejemplos). Liberada de esta tensión social, la película pendula entre el infierno que se vive en el hogar, con los padres Luis (Sbaraglia) y Betina (Estévez) tratando de cuidar las formas pero verdaderamente angustiados (el errático comportamiento de Dolores no ofrece muchas certezas sobre qué ocurrió), y la realidad puertas afuera, con las visitas a Tribunales previas al fallo (donde Dolores es "entrenada" por un abogado interpretado por Fanego) y el acoso mediático (hay un logrado pasaje con Gael García Bernal haciendo de uno de esos entrevistadores sobreactuados que abundan hoy día). Podría haberse obviado, sin embargo, una subtrama con un noviecito de Dolores que aporta poco y nada.

En sus casi dos horas de duración, Acusada logra sostener la expectativa hasta el final, jugando con la ambiguedad de su protagonista (¿es Dolores en verdad la asesina?), aunque la resolución deja sabor a poco. No obstante se trata de un sólido segundo paso de Tobal, que se vale provechosamente de los recursos que dispone (además de las actuaciones, los rubros técnicos -sobre todo la fotografía de Fernando Lockett- son impecables) y deja nuevamente el crédito abierto para sus próximos rumbos.



       

  

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