miércoles, 11 de enero de 2017

Un mariachi y un grupo de skaters son los ejes de los dos films que se presentaron ayer en el certamen principal

Por Hernán Cortés
(Desde San Sebastián)

Según los pronósticos, el sol no se dejará ver por el País Vasco al menos hasta el sábado. Una pena para quienes imaginaban (imaginábamos) amenizar la espera de las proyecciones del Dock of The Bay, que se realizan a partir de la tarde-noche, recorriendo la Bahía de la Concha y otras bellezas de San Sebastián. El viento y el frío no son impedimento, pero incitan a encerrarse en una sala.


Ayer, la Competencia Oficial del festival ofreció dos películas en las que la música oficia como leitmotiv de dos subculturas muy distintas entre sí. La primera de ellas, El charro de Toluquilla, indaga en la vida de un mariachi, figura del sainete mexicano por antonomasia. Es que Jaime García, de él se trata, no se esfuerza por contradecir al estereotipo. Una cámara sigue bien de cerca a este cantante de corridos del cual, a partir de sus testimonios y cotidianeidad, nos enteraremos de su pasado de excesos (es portador de HIV), de las idas y vueltas con su mujer, de la dificultades para críar a su hija y de la vida junto a sus ancianos padres. Aunque García no es un personaje precisamente carismático, quizás el problema de la película es más bien el abuso de aquellos tópicos (el machismo, la liturgia católica, el culto a las armas de fuego) del modelo mexicano for export.


Un juventud desgarbada y abúlica a la Gus Van Sant es el centro de When the earth seems to be ligth. Este documental retrata a un grupo de adolescentes georgianos que transcurre sus días sin muchas más ocupaciones que patinar en sus tablas de skate. Sus voces trasmiten desesperanza, desazón e inquietud en una ciudad (Tiflis, la capital de Georgia) que resulta una suerte de calabozo. El mérito de los tres directores es encontrar belleza aun en ese contexto de envilecimiento colectivo (el film alterna imágenes de revueltas sociales). ¿Y la música? Apenas algo de hip hop y heavy metal, casi tan acotado como el futuro que se les presenta a sus protagonistas.

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