Anatomía de una caída (Francia/2023). Dirección: Justine Triet. Elenco: Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado Graner, Antoine Reinartz, Samuel Theis, Jehnny Beth, Saadia Bentaïeb. Guión: Justine Triet, Arthur Harari. Fotografía: Simon Beaufils. Edición: Laurent Sénéchal. Sonido: Fanny Martin. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 150 minutos. Salas: 36.
Por Hernán Cortés
Una muerte, además de dolor, puede disparar en los cercanos un sinfín de replanteos, dudas, conjeturas, crisis. Es lo que sucede cuando Samuel (Samuel Theis), un docente con aspiraciones de escritor, aparece sin vida frente a la cabaña de los Alpes franceses donde vive con su esposa Sandra (Sandra Hüller) y su hijo Daniel (Milo Machado Graner). Todo indicaría que saltó desde el balcón de un primer piso, ¿pero fue realmente así?
Ganadora de la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y nominada en más de un rubro para los próximos Oscar, Anatomía de una caída es un viaje a la intimidad de esta pequeña familia, indagando en sus secretos y miserias y en las posibles causas del hecho. Sandra, quien se encontraba en la casa en ese momento, es inmediatamente señalada como sospechosa y llevada a juicio. Así, a través de indicios que van develándose, iremos descubriendo que el matrimonio vivía en permanente pase de facturas, por ejemplo, un accidente donde Daniel perdió parcialmente la vista por un descuido de Samuel. A su vez, él le reprochaba infidelidades y la acusaba de anular su vocación de escritor (hay, en clave de flashback, una muy buena escena al respecto). Pero, nuevamente, ¿esto convierte a Sandra en una asesina?
En las dos horas y media (nunca tediosas) que dura la película, repartiendo las locaciones entre aquella cabaña en medio de la nieve y los tribunales, a Justine Triet parece importarle menos resolver el enigma que ir a fondo en la psicología de sus personajes. Allí sobresalen Theis, caracterizando a una mujer llena de dobleces, y el pequeño Machado Graner, cuya intervención es determinante para el curso de los acontecimientos, pero también secundarios como el abogado de Sandra y un incisivo fiscal, que se destacan en el tramo judicial del film. La directora tiene un gran manejo de la ambigüedad a la hora de presentar los hechos, sin duda el principal mérito del film.
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