Por Hernán Cortés
Por proximidad en la fecha de estreno y eje temático es inevitable comparar a Unidad XV con La noche de 12 años, film argentino-uruguayo que narraba el interminable cautiverio de tres dirigentes tupamaros. Mientras este proponía un tour de force sobre las consecuencias psicológicas del encierro, la tercera película de Martín Desalvo también se centra en el confinamiento de presos políticos (en este caso, cuatro referentes peronistas luego de la Revolución Libertadora) pero se dedica a repasar los preparativos para la posterior y -justamente- cinematográfica fuga que los protagonistas llevaron adelante.
Derrocado y proscripto Juan Domingo Perón, en 1957 John William Cooke (Rafael Spregelburd), Héctor Cámpora (Carlos Belloso), Jorge Antonio (Lautaro Delgado) y Guillermo Patricio Kelly (Diego Gentile) son envíados a la Unidad XV de Río Gallegos, un páramo tan hostil como helado, aunque en cierto punto vulnerable. Pese a que les toca un guardiacárcel maltratador (Adrián Fondari), hay también un "policía bueno" (Ignacio Rogers) y hasta el jefe del penal (Germán de Silva) se muestra compresivo con la situación. Pero quizás esa cordialidad sea una trampa para que los presos intenten escapar y, con esa excusa, puedan fusilarlos. En medio de esa disyuntiva comenzarán a aflorar las diferencias entre ellos: el idealista Cooke, el impulsivo Kelly, el pragmático Antonio y el conciliador Cámpora, que bien podrían representar una radiografía del peronismo a lo largo de todas sus épocas.
Acompañada con decisiones formales como el tono sepia que impregna todo el relato dentro de la cárcel y la frecuente utilización de "aireados" planos medios, Unidad XV logra mantener el interés concentrándose en las tensiones entre estas personalidades opuestas y sus deliberaciones sobre un escape inminente (hay unas pocas escenas en el exterior protagonizadas por Mora Recalde, que encarna a la esposa de Antonio). Aunque la película no ofrece demasiados hallazgos. Se trata de un correcto thriller carcelario, filmado con solvencia y buenas actuaciones, pero que no excede la mera recreación de un momento clave en la historia política argentina.
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