miércoles, 27 de abril de 2016

¡Salve, César! (Estados Unidos-Reino Unido/2016)Dirección: Joel y Ethan Coen. Elenco: Josh Brolin, George Clooney, Alden Ehrenreich, Ralph Fiennes, Jonah Hill, Scarlett Johansson. Guión: Joel y Ethan Coen. Fotografía: Roger Deakins. Edición: Roderick Jaynes. Música: Carter Burwell. Distribuidora: UIP. Duración: 105 minutos. Salas:.

Por Hernán Cortés

Humor corrosivo y crueldad con sus personajes. Con estas marcas de agua, los hermanos Coen patentaron una fórmula que vienen utilizando desde su debut como directores allá por 1984, con Simplemente sangre. Puede que en sus historias haya mayor o menor piedad con los suyos, pero tampoco falta alguna dosis de violencia, otra de las características de su cine. ¡Salve, César!, que abrió la última Berlinale, condensa todos estos rasgos.


En esta oportunidad, los Coen incursionan en el cine dentro del cine. La acción se centra en los estudios Capitol Records, a principios de la década del 50. Al frente está Eddie Mannix (Josh Brolin), quien en su rol como director de la compañía es una suerte de filtro para que las cuitas de sus actores -que las hay, y con creces- no trasciendan más allá de los sets de filmación. Mannix está abocado al rodaje de una película épica (titulada justamente ¡Salve, César!) ambientada en la Roma antigua. Este faraónico proyecto es cuestionado por algunas autoridades eclesiásticas, que objetan el lugar que se le da a Cristo en el film. Pero no será este el único inconveniente con el que Mannix tendrá que lidiar. Como es habitual en los Coen, el absurdo está a la orden del día, lo mismo que los antihéroes de siempre.

En plena grabación, Baird Whitlock (George Clooney), el protagonista principal, es secuestrado por dos extras infiltrados que integran una célula comunista llamada El Futuro. Whitlock es trasladado al bunker de esta logia, cuyos miembros tratarán de adoctrinar al astro con su ideología y pedirán un rescate a Hollywood para financiar sus actividades. Esta sátira al "peligro rojo" es uno de los momentos más ingeniosos del film, en el que se habla de la Teoría Crítica e incluso hay una caracterización de Herbert Marcuse.

Como si fueran pocos problemas para Mannix, habrá más. Hobie Doyle (Alden Ehrenreich), estrella de westerns, es propuesto para participar en una película dramática, pero no está a la altura del papel. Y Dee Anna Moran (Scarlett Johansson), una excéntrica diva, está embarazada y deberá conseguir un marido en tiempo récord para no quedan expuesta como madre soltera. Estas subtramas irán articulándose y tendrán protagonismo en el tronco del film.

Descarnada y ácida mirada sobre una época (la era dorada de Hollywood, el avance del comunismo, el puritanismo religioso), ¡Salve, César!, pese a que algunas situaciones no funcionan tan bien como otras, muestra a los Cohen el plena vigencia y con una agudeza poco frecuente en el cine. Un nuevo festival de la exageración que, en definitiva, se agradece.



0 comentarios :

Publicar un comentario