jueves, 3 de julio de 2014

Apenas una hora, un par de planos y unos diálogos sólidos le bastan a El tercero para convertirse en una de las películas locales más innovadoras en lo que va del año. Sin embargo, lo que puede suponerse novedoso en realidad ya no lo es tanto. Con un contexto social más ameno (en el que influyó la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario) y la existencia de dos festivales temáticos, filmar la homosexualidad dejó de ser un tema tabú en nuestro país. A eso hay que sumarle el aporte de directores como Marco Berger y Liliana Paolinelli, quienes abrieron una brecha respecto a la diversidad sexual en el cine (casualmente, Paolinelli estrena mañana Amar es bendito).

el tercero

El tema de la segunda película de Rodrigo Guerrero (El invierno de los raros), entonces, no es nuevo, pero sí su tratamiento. De hecho, el film parte de una anécdota bastante simple. El “tercero” del título es Fede, un veinteañero que es invitado a participar de una menage a trois con una pareja gay mayor en el departamento de éstos. El imaginario social supone probable -y, es cierto, lo avalan algunas noticias policiales-  que estos encuentros terminen en tragedia (más aún si los protagonistas se conocen por Internet). Pero El Tercero, a pesar de su corta duración (65 minutos), no debe tomarse como un capítulo del recordado unitario Tiempo Final.

Menos es mas parece ser la premisa de Guerrero, que se vale de escasos recursos pero los utiliza con una efectividad sorprendente. Prueba de esto es la secuencia inicial, donde la pantalla muestra diez minutos de chat en tiempo real, en uno de los comienzos mas riesgosos -y desconcertantes- que se recuerden, al menos en el cine nacional. Misma economía se maneja en la estructura dramática, resuelta en gran parte gracias a dos extensos planos fijos con cámara subjetiva. Allí se condensa lo mejor de El tercero, despistando a quienes puedan pensar que, en una cita de estas características, los implicados van directamente al grano, es decir, a la cama. Habrá, sí, una escena de sexo explícito que nada tiene que envidiarle a La vida de Adele, pero los diálogos previos son un lujo. Tras la incomodidad del principio, el trío (Carlos Echevarría, Emiliano Dionisi y Nicolás Armengol, impecables) irá distendiéndose y confesará fantasías, sentimientos y miserias. Y al otro día, algo habrá cambiado en ellos.

¿Que por momentos Guerrero abusa de cierta teatralidad? Puede ser. ¿Que quizás pudo contar lo mismo en un corto? Es probable. Así y todo, El tercero no deja de ser una pequeña gran película.

El tercero se estrena este jueves 3 en las siguientes salas:
-BAMA Cine Arte
-Cine Gaumont.




0 comentarios :

Publicar un comentario